La comunicación es un elemento imprescindible en la familia, tiene un peso importante en el corto y largo plazo. El sano y amoroso desarrollo de la convivencia familiar dependerá siempre del nivel y la calidad de la comunicación que se dé entre los distintos miembros de una familia nuclear.
En esta ocasión, hablaremos de qué se entiende por comunicación familiar, y cómo se puede mejorar la comunicación en la familia para alcanzar una sana convivencia familiar que de frutos en el corto y largo plazo.
¿Qué es la comunicación familiar?
Comunicarse no solo es intercambiar palabras, sino que el verdadero valor radica en el cómo se da la comunicación: Qué decimos, cómo lo decimos, cuándo lo decimos, por qué lo decimos y el significado real de las palabras que proferimos; no olvidando que, cada palabra que sale de nuestra boca produce un efecto en las personas que las oyen.
Así pues, podemos decir que la comunicación familiar no se trata de un simple intercambio de palabras, sino más bien de diálogos emocionales y sinceros entre los diferentes miembros de la familia.
¿Cómo mejorar la comunicación familiar?
Hay varias formas de mejorar la comunicación en la familia. Sin embargo, es importante mencionar que la comunicación siempre debe ser fluida y empática. No puedes obligar a tu hijo a hablar contigo, pero lo que sí puedes hacer es estimularlo.
Veamos cuáles son algunas de las formas para estimular la comunicación familiar:
Tiempo sin tecnología
La tecnología es un arma de doble filo que hay que saber manejar. No es un secreto que la tecnología nos acerca a las personas que están lejos y nos aleja de las personas que están cerca.
Es por ello que resulta recomendable marcar varios momentos del día en que no se debe utilizar los dispositivos tecnológicos. Esos momentos pueden ser durante el desayuno, almuerzo, cena y merienda; los cuales son ocasiones propicias para conversar.
Tiempo de ocio compartido
A los jóvenes les gusta pasar mucho tiempo a solas, generalmente lo invierten en redes sociales, videojuegos, y películas y series. Por ello resulta importante buscar compartir tiempo de ocio con los hijos, ya sea viendo con ellos películas, jugando juegos de mesa o yendo a un lugar a pasear. Durante estos momentos siempre se pueden desarrollar conversaciones muy sanas y constructivas.
Fomentar los diálogos y debates
Durante las actividades antes mencionadas, es bastante útil y recomendable llevar a cabo conversaciones sobre temas específicos en los que choquen de forma sana y respetuosa las diferentes opiniones, como, por ejemplo, religión, política, deporte, el cambio climático, la crisis sanitaria, etc.
Demostrar empatía
La comunicación familiar no debe ser frívola sino más bien empática. Es importante que las conversaciones siempre se desarrollen con cariño y amor para que también los hijos se sientan con la libertad de expresar sus emociones.
Mostrarse siempre dispuesto
Es importante que los demás miembros de la familia vean que tú siempre estás dispuesto a hablar, independientemente del momento. Esto incentiva sobre todo a los hijos, quienes ven que sus padres sin importar la hora, están prestos a oír los que ellos tienen que decir.
