Relaciones entre familiares

Las relaciones entre familiares es un tema polémico. De hecho, prácticamente en todas las culturas las relaciones entre dos miembros de la misma familia se considera un incesto. En todo el sentido de la palabra. Y que llevar esto a cabo aumenta el riesgo de que la descendencia contraiga alguna enfermedad genética.

Y ya en esta web te hemos hablado de las relaciones entre primos, y las posibilidades que existen de que un hijo cuyos padres sean primos, nazca con una enfermedad genética. Sin embargo, este tema abarca mucho, y son muchas las interrogantes que puede generar, por lo que en esta ocasión intentaremos hablar detalladamente sobre las relaciones entre familiares.

Los problemas sociales y familiares

Se dice que en el amor no hay nada escrito, y que es inevitable enamorarse o no sentir atracción por algún familiar cercano como un primo, y más cuando se está en la adolescencia, ya que es en esa etapa el nivel hormonal es muy fuerte.

Sin embargo, toda la vida se ha visto muy mal las relaciones amorosas intrafamiliares, tanto por un tema moral como de salud, debido a los problemas genéticos en niños que nacen de padres que comparten cierto parentesco de consanguinidad.

Pero a pesar de que el verdadero peligro de tener una relación con un familiar cercano radica en la salud de los futuros hijos, este no es un inconveniente que las personas toman en cuenta. Ya que el verdadero obstáculo para que dos familiares cercanos se unan como cónyuges, es el ¿Qué dirán?

El psicólogo clínico Rodrigo Romo afirma que el hecho de que dos personas cuenten con un vínculo familiar tan cercano, estropea de forma automática el deseo de estar juntos de la posible pareja. Por lo que resulta difícil pensar que una relación de esta naturaleza se pueda desarrollar de forma sana.

La endogamia desde un punto de vista científico

Es conocido que las probabilidades de que un niño nazca problemas genéticos, aumentan en relación con la cantidad de ADN que comparten sus progenitores entre sí. Mientras más cercano sea el vínculo sanguíneo de los cónyuges, las posibilidades de enfermedades genéticas aumentan.

Ahora bien, a pesar de que no es un hecho muy exótico que alguien sienta atracción por un pariente cercano, por ejemplo, un primo; los estudios revelan que gran parte de las culturas sienten un aborrecimiento psicológico a las relaciones incestuosas.

Existe algo llamado el efecto “Westermarck”, el cual como hipótesis plantea que las personas que pasan los primeros años de su vida juntos, se vuelven insensibles a la atracción sexual entre sí. Esto es una explicación al tabú del incesto, sin embargo, Sigmund Freud pensaba distinto.

El padre del psicoanálisis decía que los primeros hombres practicaban la endogamia. Sin embargo, él sostenía que era completamente natural que un hijo quisiera volver a la unidad con su madre, no obstante, había un obstáculo y era el padre. De esta forma Freud explicó la endogamia y el complejo de Edipo, afirmando que la violencia y barbarie intrafamiliar en los primeros años de la vida humana, llevaron a los hombres a la exogamia.

Lo anterior no deja de ser meras hipótesis. Lo cierto es que mientras menos ADN se comparta, menos posibilidades existen que ambas personas tengan una misma copia de un gen defectuoso, por lo que reducen los riesgos de enfermedades genéticas.

Además, está comprobado que la variabilidad genética es la clave de una generación vigorosa.